Asi Somos

La relación raza y color de piel siempre ha sido uno de nuestros talones de Aquiles como cultura. Nos han críado con la estúpida creencia que la piel, ojos y cabellos claros traen más belleza, higiene, cultura e inteligencia a medida que se acrecientan y se vuelven todo lo contrario a medida que decrecen.

Entonces, cuando miramos al pasado y a nuestros ancestros, nos damos cuenta que ellos son la imagen de lo que no queremos ser. A sus descendientes los evadimos y estigmatizamos de flojos, alcohólicos y un sin fin de adjetivos. Y como si fuera poco, los castigamos con mala educación y falta de oportunidades para no dejarlos salir del hoyo. Lo mismo sucede con cualquier inmigrante que no cumpla con los requisitos antes mencionados.

Ahora con la fiebre del Mundial es común ver compatriotas encerrados en cuanto centro o estadio con nombre de país participante exista. Ellos lloran, sufren, se acongojan y dicen: vamos a ganar el mundial, nuestro equipo es el mejor, fuerza blah, blah! La mayoría quizás son descendientes del abuelo inmigrante, los más patudos se acordarán del tío Inglés que se casó con la mejor amiga del primo de la abuela. O a otros les bastará con estudiar en un colegio con nombre extranjero para cambiar la visa y sufrir 90 minutos por ese país. La cosa es identificarse con algo, ser alguien que no sea lo que somos en realidad.

Me pregunto. Ahora que los Brasileños están eliminados, ¿llorarán por los Portugueses? los Argentinos con tantos descendientes y comunidades italianas, ¿sufrirán por la escuadra Azzurra?. Es más, ¿ustedes creen que el Padre de nuestra patria, Bernardo O'higgins, se habría puesto la camiseta del equipo Irlandés de su papá si Chile no hubiese participado?.

Tenemos una gran falta de identidad porque asi nos han criado y asi queremos seguir estando. Debemos aguantar a los comentaristas emocionarse al hablar de la Garra Charrúa de los Uruguayos. Y no sabemos
que tuvimos al pueblo más indómito y valeroso de America en nuestras tierras. ¿Por qué entonces no educar a nuestros niños con la Garra Araucana? Enseñarles que pueden llegar a ser tan fuertes como Caupolicán, tan inteligentes como el estratega Lautaro, o tan luchadores como Galvarino, el Cacique que peleó contra el conquistador a pesar de tener sus dos manos cortadas.

En fin, la discriminación y evasión de lo nuestro continuará si el Gobierno no se preocupa de dar mayores beneficios efectivos a las comunidades indígenas, como apoyar a todos esos niños hasta el término de una carrera universitaria por ejemplo. O establecer políticas tan simples como enseñar y dar a conocer la historia, lengua y tradiciones de nuestro país no sólo en una rápida repasada en clases.

Y no me refiero a vestirnos como Mapuches, Aymarás o Yaganes, escuchar su música todo el día, ni menos cambiar nuestra lengua por la de ellos. Sólo
lo digo para que cuando a un niño chileno le pregunten por nuestra cultura no tenga que responder: McDonalds y Coca-Cola.

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