La Ley - Auto Ruta

Recuerdo que en los mejores tiempos del programa radial El Chacotero Sentimental una vez llamó un tipo para contar una historia muy particular: Una noche se encontraba solo en una discotheque y más botado que un pucho. Pero de un rato para otro su mirada se cruza con la de una chica bastante preciosa comenzando un juego de coqueteos y sonrisas. Como él no se animaba, ella se acercó y comenzaron a charlar dándose cuenta que tenían una gran afinidad.

Pasó el tiempo y se convirtieron en pololos, él la presentó en su casa y a sus amigos que no podían creer que se haya enganchado con una niña tan bonita. Y ella de verdad era preciosa, incluso él se jactaba como los hombres la recorrian entera con la mirada y como por su parte a las mujeres les hervía la sangre de envidia al ver su cuerpo espectacular. Sin duda, como decía él, se había ganado el Kino, el famoso y millonario juego de azar.

Él estaba completamente enamorado y embobado con una niña que al mismo tiempo era recatada y no quería que las cosas fueran muy rápido. Sin embargo, el deseo de estar con ella pudo más y después de mucha presión la convenció para que fueran los dos a un motel. Pero grande fue la sorpresa cuando al comenzar a acariciarla y desnudarla, sintió en ella un extraño bultito adelante. Sí señores, nuestro amigo se había ganado el kino, pero lo que tenía entre sus manos no era el cartón premiado precisamente.

Esta conocida canción de La Ley habla acerca de eso. De ser inteligente y que no te pasen gato por liebre, como le sucedió a este pobre sujeto que se enamoró de una chica, o mejor dicho, de un chico de dudosa piel.


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