Dream Theater es el gran grupo de rock progresivo de estos tiempos, y los habría conocido a mediados o finales de los 90 como todo ser humano normal, sino fuera porque los escuché por primera vez en un programa radial de la Universidad del Bio Bio llamado Al Filo del Acero, allá por 1993. Y quedé tan impresionado con ellos que compré inmediatamente su segundo disco Images And Words por importación a la semana siguiente. Y que puedo decir, esta banda se convirtió en uno de mis favoritos durante bastante tiempo.
La música de ellos consiste en temas usualmente largos y enrevesados tocados con mucho virtuosismo por parte de cada uno de sus integrantes, especialmente el guitarrista John Petrucci (n. 12 de Julio de 1967), quien catalogó una vez a este grupo como una mezcla entre Yes y Metallica. Sin embargo, su música no es tan fácil de digerir, se necesita al menos un par de pasadas para poder comprender y disfrutar con gusto la calidad de sus composiciones cargadas de detalles que son sin duda la marca registrada que poseen como agrupación.
Mientras escribo esto debo reconocer que me estoy basando en los discos Images and Words (1992) y Awake (1994), ya que nunca más volví a oirlos con gusto desde que el tecladista Kevin Moore (28 de Mayo de 1967) se marchó. Es que después de escuchar el flojo Falling Into Infinity (1997) sentí la huída de Moore como un gran retroceso para la banda y creo que también ellos lo notaron. Sin embargo, han mejorado y admito que son excelentes músicos todavía, pero es algo que ya no me llama mucho la atención a estas alturas.
La música de ellos consiste en temas usualmente largos y enrevesados tocados con mucho virtuosismo por parte de cada uno de sus integrantes, especialmente el guitarrista John Petrucci (n. 12 de Julio de 1967), quien catalogó una vez a este grupo como una mezcla entre Yes y Metallica. Sin embargo, su música no es tan fácil de digerir, se necesita al menos un par de pasadas para poder comprender y disfrutar con gusto la calidad de sus composiciones cargadas de detalles que son sin duda la marca registrada que poseen como agrupación.
Mientras escribo esto debo reconocer que me estoy basando en los discos Images and Words (1992) y Awake (1994), ya que nunca más volví a oirlos con gusto desde que el tecladista Kevin Moore (28 de Mayo de 1967) se marchó. Es que después de escuchar el flojo Falling Into Infinity (1997) sentí la huída de Moore como un gran retroceso para la banda y creo que también ellos lo notaron. Sin embargo, han mejorado y admito que son excelentes músicos todavía, pero es algo que ya no me llama mucho la atención a estas alturas.
2 comentarios:
Bueno, en gran parte tienes razon, pero, que digamos el trabajo FALLIN' INTO INFINITY fue un album que refleja al conjunto presionado por la casa discográfica. ASí como muchos grupos, cuyos integrantes se retiran por una serie de problemas, DT es uno d ellos, Sin embargo aun sigue caracterizandose por su manera peculiar de crear musica, podrias darte cuenta con sus albumnes mas conceptuales: SCENES FROM A MEMORY, SIX DEGREES OF INNER TURBULENCE & OCTAVARIUM
Hola Franco: Pues gracias por la aclaración, en realidad creo todo lo que me dices puesto que no me he dedicado a escuchar completo ninguno de los albumes que me dices, solo una que otra cancion. Y aunque el gusto no sea el mismo, no puedo dejar de reconocer que aquellas sean excelentes obras de unos musicos que obviamente ya se encuentran mas afiatados y maduros que hace 10 años.
Publicar un comentario